DT

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miércoles, 2 de mayo de 2012

Subiendo

Hoy me han dicho que la vida es maravillosa.
Hoy me han dicho que las medias naranjas existen.
Hoy me han dicho que si ayer lloraste, mañana sabrás sonreír más y mejor.
Hoy me han dicho que tengo un don.
El don de saber el algo.
Que existe ese algo.
Ese algo que nos hace especiales a unos pocos.
Hoy me han dicho que todo lo malo tiene su bueno, si no, no sería malo.
Hoy me han dicho que pare, que me siente.
Que me escuche.
Que me hable.
Que me ame.
Hoy me han dicho que sería inhumana si no temiera.
Hoy me han dicho que es inevitable sufrir.
Pero no lo es sufrir más de lo que necesitamos.
Hoy me han repetido que no me castigue por no llegar.
Porque todo llega y la paciencia se labra con el tiempo.
Que no hay nada de banal en esperar.
Que lo banal sería no esperar nada y dejar de aspirar.
Hoy me han dicho todo lo que ya sabía.
Hoy me han dicho tanto en tan poco tiempo que, por un instante, he dejado de dudar.
Hoy ha sido un buen día.

Cerrado por derribo

"Este bálsamo no cura cicatrices, esta rumbita no sabe enamorar, este rosario de cuentas infelices calla más de lo que dice pero dice la verdad. 
Este almacén de sábanas que no arden, este teléfono sin contestador, la llamaré mañana, hoy se me hizo tarde, esta forma tan cobarde de no decirnos que no.
Este contigo, este sin ti tan amargo, este reloj de arena del arenal, esta huelga de besos, este letargo, estos pantalones largos para el viejo Peter Pan.
Esta cómoda sin braguitas de Zara, el tour del Soho desde un rojo autobús, estos ojos que no miden ni comparan ni se olvidan de tu cara ni se acuerdan de tu cruz.
No abuses de mi inspiración, no acuses a mi corazón tan maltrecho y ajado que está cerrado por derribo.
Por las arrugas de mi voz se filtra la desolación de saber que estos son los últimos versos que te escribo, para decir "con Dios" a los dos nos sobran los motivos.
Esta paya tan lejos de su gitano, este penal del Puerto sin bis a bis, esta guerra civil, este mano a mano, estos moros y cristianos, este muro de Berlín.
Este virus que no muere ni nos mata, esta amnesia en el cielo del paladar, la limusina del polvo por Manhattan, el invierno en Mar del Plata, los versos del Capitán.
Este hacerse mayor sin delicadeza, esta espalda mojada de moscatel, este valle de fábricas de tristeza, esta  duda, esta certeza, esta colmena sin miel.
Este borrón de sangre y de tinta china, este baño sin rimmel ni nembutal, estos huesos que vuelven de la oficina, dentro de una gabardina con manchas de soledad.
No abuses de mi inspiración, no acuses a mi corazón tan maltrecho y ajado que está cerrado por derribo.
Por las arrugas de mi voz se filtra la desolación de saber que estos son los últimos versos que te escribo, para decir "con Dios" a los dos nos sobran los motivos."