Cuantas horas.
Cuantos minutos.
Cada segundo rasca.
Cada golpe.
Pum,
pum,
pum.
Tormentas de arena,
infinitas,
me pican los ojos,
no puedo ver.
Hace días que estoy aquí,
puede que meses,
tal vez años.
Ya no lo recuerdo.
El viento me zarandea,
de un lado a otro.
Soy marioneta.
Titere.
Muñeco de trapo.
Sucio y triste.
Incapaz.
Magullado.
Solo, siempre solo.
Si hubiera más muñecos...
Ah, seria diferente, mejor.
Pero se fueron,
supieron salir,
y yo me quedé.
Creyendo que alguno me llevaría con él.
Ah, si quedara alguien...
Alguien con quien hablar,
del viento.
Ahh...
Que ingenua.
Me pregunto como será fuera.
Dicen que no hay arena.
Que los ojos no pican.
Que no tienes que gritar.
Que el viento no te lleva
y que el sol calienta.
Tiene que ser extraño.
Ah, si hubiera otro.
Creo que me quedaré por aquí.
Con el viento.
Solo un ratito más.
Solo cinco minutos.
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