Yo no quiero ser mayor.
Yo no quiero madurar.
Yo no quería darme cuenta de que el mundo da asco.
Yo no quería.
Yo no lo escogí.
Yo no quiero ser así.
No quiero convertirme en una más.
Una más con traje y sonrisa maquillada.
Una más que cada día se levanta para ir a un despacho que aborrece.
Una más que sigue órdenes.
Una más que para conseguir que su nombre resuene tenga que tragar mierda.
O chupar vete tú a saber el qué.
Otra más de tantas otras tantísimas.
No quiero eso.
Por qué siento entonces que no hay elección
Que me ha tocado vivir en un lugar en el que mentira, falsedad, envidia, competencia y más mierda son nuestros compañeros diarios.
Yo no quiero seguir a la masa.
Yo no quiero ser otra más.
No quiero eso para mí.
Yo quiero ser yo.
Mi yo.
Especial para mí.
Y para pocos más.
Pero seré yo.
Yo no quiero ser de plástico.
Yo no quiero seguir a ciegas la corriente cada día de mi vida para no llegar a ningún punto.
Estoy cansada.
Quiero huir.
Pero no se donde.
No hay lugar.
Mi sitio.
Solo mio.
No sé como he llegado hasta aquí.
Me perdí demasiado.
Quiero dormirme.
Que alguien me despierte cuando todo acabe.
Al menos allí estaré bien.
Ya no sé donde está la linea que separa lo real de lo irreal.
Y lo mejor de todo es que me da igual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario